No más empleada del servicio: Notas para una revolución

Por Natalia Carrizosa

empleadabarriendo

Antes de seguir hablando de si es bueno usar pañales de tela, o la práctica del colecho, o de redirigir la atención de los niños, o decir «no», o cuál papilla de arroz orgánico es mejor o qué libro de yoga más bonito, salgamos de algo mucho más obvio e importante en las decisiones de crianza pero de lo que es muy difícil hablar.

Voy a hablar de criar niños en Colombia cuando uno no es pobre. Es decir, de contratar una niñera o empleada del servicio.

No pienso que actúen de mala fé los padres que, como mis propios padres y muchos de mis amigos, contratan una empleada para ocuparse de los niños. Creo que hacen simplemente lo que se acostumbra. Yo misma volveré a vivir a Colombia en un par de meses y aunque estoy en conflicto con el asunto, las costumbres pesan, y no descarto que si tengo que quedarme en una oficina el número de horas que se considera aceptable en Colombia, termine contratando una empleada un día a la semana para que nos ayude con el aseo de la casa.

Pero me produce extrañeza que la misma generación de padres que empieza a preocuparse por las implicaciones éticas de sus hábitos de consumo, por ejemplo, por el maltrato animal en la industria alimentaria,  no se de cuenta de los dilemas que supone la contratación de una empleada interna.

Los avisos que a veces mis amigos hacen circular en Facebook «Se les recomienda, estoy buscando empleada interna, si saben de una honrada a la que le gusten los niños….» me entristecen porque me recuerdan una realidad que quiero pensar que desapareció gracias al crecimiento económico tan esperanzador del país.  Entonces empiezo a dudar de todo mi proyecto de vivir un año con mi familia en Colombia.

Dirán que qué ingenua, o que es la típica superioridad moral del que emigra a Europa, pero creo que hay un grave problema con una sociedad donde éste es el sistema de crianza preferido por las personas que tenemos opciones.

La empleada del servicio o niñera puede ser amorosa y tener muchas cualidades que enriquecen a los niños, pero la principal razón por la que es empleada y por la que la contratan no es esa. La principal razón es su pobreza y servilismo. Nadie contrata a una puericultora con maestría en pedagogía Montessori, porque lo importante es que sea alguien que preste un servicio muy barato y que esté dispuesta a hacer todo
lo que le piden.

Su pobreza y probable bajo nivel de educación la condenan a buscar un empleo mal remunerado y muy exigente pero que exige un mínimo de formación.

Es un empleo abusivo por definición,  donde las faltas a las reglamentaciones sobre prestaciones, despidos justificados, horas extras y otras salvaguardas son frecuentes y que implica la imposibilidad para la empleada de continuar su educación o de tener su propia vida privada y familiar.

Cada vez que voy a Colombia termino peleando con algún miembro de mi familia por los abusos que estimo cometen con las empleadas. La última vez uno me explicaba sin sonrojarse que había «salido» de la empleada pues le había resultado muy «conchuda». «Imagínate que salía de la casa por la noche sin pedir permiso», me decía.

Yo le recordé que tenía todo el derecho de hacerlo.  Que existe una cosa llamada derechos humanos y de los trabajadores y que ya no deberían haber empleadas encerradas en sus lugares de trabajo. Aquí me perdí en toda una digresión sobre la historia del 8 de marzo, cuando celebramos el día internacional de la mujer trabajadora y su relación con el incendio de la fabrica de de camisetas Triangle Shirtwaist de Nueva York donde en 1911 se quemaron vivas 146 mujeres por culpa de la bárbara práctica de cerrar las puertas de las fábricas. Práctica que celebramos haber proscrito.
Pero a mi familiar le dio risa que yo le saliera con lo que me imagino le sonaba a discurso de guerrillera y siguió explicándome que muy bonito los derechos humanos, pero que era una cuestión de seguridad, de la alarma, del susto de que le fuera a entrar a un tipo a su casa y etcétera.

El otro asunto es la falta de una delimitación clara del trabajo de las empleadas. A menudo la empleada no se dedica únicamente a cuidar los niños (recogerlos en el paradero, alimentarlos,  jugarles,  lavarlos,  vigilarlos) sino que se le exige que cocine, lave, planche, limpie y otros, como pasear al perro o ir a hacer compras.

En países con menos desigualdad y pobreza y más salvaguardas a los derechos humanos, laborales e incluso de los niños, si uno decidiera pagar por los mismos servicios realizados por una sola empleada colombiana tendría que tener una nómina onerosa de varias personas a las que no les podría exigir sino una lista limitada de responsabilidades y un horario estricto acorde con las leyes. Algunas de las personas en la nómina tendrían que tener formaciones en primeros auxilios y diferentes acreditaciones para trabajar con niños, por no hablar de seguros especiales.

Un problema social y de género
La relegación de la crianza y el trabajo doméstico a un tercero (a una tercera, para ser exactos) en las élites con algo de poder para cambiar el estado de cosas, ha permitido que en Colombia se aplace un debate importante sobre igualdad y discriminación social y de género.

Las mujeres y hombres afortunados y con estudios tienen la ilusión de vivir en una sociedad de libertades que ofrece a hombres y mujeres las mismas posibilidades de desarrollo profesional e individual.Pero las políticas estatales y privadas que deberían ponerse en obra para lograr algún día esa igualdad no existen.

Unas pocas mujeres creen que se han «liberado» del machismo que les impedía a sus abuelas realizarse como profesionales, pero esto sólo es posible gracias a la semi – esclavitud de otras mujeres. El supuesto «empoderamiento» femenino de las mujeres que empiezan a llegar a cargos directivos lo sostienen mujeres pobres que muchas veces son madres solteras, que no pudieron terminar el bachillerato y que mantienen a unos hijos o hermanos menores por los que otros hombres no responden.

Las falsamente liberadas nunca han tenido que pelear con su marido para lograr un reparto justo de las tareas del hogar. Ni ellas ni sus esposos «liberados» de reclamos feministas votan por candidatos que ofrecen crear más guarderías o proyectos de ley de salud sexual y reproductiva que permitan a las niñas de bajos recursos estudiar y no terminar de empleadas internas o niñeras. Tampoco apoyan al sindicato de la empresa que se opone a las reuniones después de las 4 para poder recoger a los niños que llegan del colegio. Ese no es un problema que los toque.

Y hasta aquí no hemos entrado a juzgar que tan bueno es para los niños y la sociedad del futuro que nuestra idea de maternidad y paternidad no se refiera a tener contacto en interrelaciones diarias como el cambio del pañal, la alistada para el colegio, la alimentación, las salidas al parque, al paradero del bus, la llegada del colegio… Esas interacciones son ocasiones preciosas de dar amor, transmitir enseñanzas, educar y crear lazos. Pero para muchos en Colombia no hacen parte de las tareas propias de los padres.

Es hora de preguntarse…

Qué tipo de valores aprenden los niños que crecen con empleadas siempre a su servicio. ¿Qué aprenden sobre las mujeres y sobre los pobres de estas empleadas a menudo poco educadas y sin ninguna autoridad, esas que no son «conchudas» sino que piden permiso para salir por la noche, que comen solas en la cocina, deben usar un uniforme distintivo en los clubes sociales y no tienen derecho de usar el mismo inodoro?
¿Crecen sintiéndose jefes naturales de todos los menos afortunados? ¿Pensando que «usted acaso no sabe quien soy yo» es una manera válida de lidiar con «igualados»? ¿O se sienten incómodos y con miedo de relacionarse de igual a igual con personas ajenas a su círculo social? ¿Hacen como yo y tantos compatriotas que se largan del país apenas pueden?

¿Y qué pasa con los otros niños, los niños de las empleadas, criados por los hermanos mayores o los abuelos? ¿Qué valores terminan privilegiando cuando no pueden ver a su madre porque está cuidando a unos niños de ricos? ¿Cómo se explican esta injusticia? ¿Odiando a los ricos? ¿resignándose y diciéndose que nacieron para servir? ¿decidiendo hacer lo que sea para conseguir plata?

¿Qué tipo de valores y relaciones de poder está reproduciendo dentro del seno del hogar y en la sociedad en su conjunto este modo de crianza? ¿Son valores y relaciones sociales que nos gustan?

Creo que vale la pena preguntarse si no es hora de cambiar. Y espero que este cambio llegue antes de que decidamos cambiarnos a pañales lavables para cuidar el medio ambiente. Cambio que en cambio, no exigiría tanto sacrificio, pues para lavarlos está la empleada.

Vínculos sugeridos por los lectores

  • La Nana
  • La historia de Nohemi de Radio ambulante
  • La historia de «Trinita» de El Tiempo
  • Un artículo sobre el final de la era de las empleadas domésticas en EEUU
  • Una maravillosa columna de Tatiana Acevedo
  • Un artículo de The Gardian sobre como cierto feminismo actual ha ignorado el tema de las empleadas del servicio que trabajan en uno de cada tres hogares de clase media

21 comentarios en “No más empleada del servicio: Notas para una revolución

  1. Hola. Encuentro muy pertinente esta entrada, porque es un tema que me interesa mucho, y yo misma he decidido, luego de darle muchas vueltas y a pesar de las protestas de mi esposo, no tener empleada. Pero es un tema muy complejo, y más viejo y universal de lo que parece. La película chilena “La Nana” ilustra muy bien la situación de las empleadas domésticas internas de las familias pudientes, la película gringa “The help” hace lo propio, con el componente racial del sur de los Estados Unidos, y “Gosford Park” presenta el tema de la servidumbre en la Inglaterra aristócrata de los años 30, por mencionar las primeras que se me ocurren. ¡Y cuántos ejemplos en la literatura donde se tejen las relaciones más complicadas entre amos y sirvientes!

    Digamos que tiene que ver con el contexto socio-cultural pero también con las ideas de cada cual. Muchos sienten que están generando empleo, ofreciéndole una oportunidad a alguien, otros quieren a sus nanas “como si fueran de la familia” y otras se vuelven literalmente de la familia, cuando se enamoran del patrón o se casan con el joven hijo. Material jugoso para telenovelas, cómo no.

    Quizás el privilegio más grande que pueda tener una mujer que trabaja es poder hacerlo en casa, supeditada al ritmo de las necesidades domésticas, escolares, etc., pero presente en el desarrollo de sus hijos, sin tener que salir a trabajar, en el peor de los casos, a la casa de otra y cuidar a sus hijos, mientras ambas se pierden del dificilísimo y exquisito reto de educar a los propios.

    ¡Saludos!

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  2. Totalmente de acuerdo! en lo que pienso mas, es en los niños de ambas familias. Tengo amigos que hasta los sábados esperan que las empleadas los bañen, les den desayuno y entretengan mientras ellos duermen. Me da pesar que no tienen a sus padres presentes. Y por otro lado escucho como las empleadas llegan a horas de la noche a sus hogares y tampoco nunca ven a sus hijos. Estuve unos meses viviendo en Colombia en mi licencia de maternidad y llevaba a mi peque a clase de natación. Era practicamente la unica mamá, el resto eran las niñeras. Y claro como tu dices, como pueden darse ese lujo de tener empleada, no luchan por una licencia de maternidad mayor o por horarios flexibles. Y las guarderías a veces cierran a la 1! Como mas hacen las madres que deciden que quieren trabajar? Y las que TIENEN que trabajar? Si estan de buenas tienen familiares que ayudan y si no, dejarle los hijos al vecino o a un desconocido o a una abuela ya anciana que no debería ya estar a cargo de niños. Me da tristeza y rabia.

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  3. Se que es un tema complejo pero depende de uno. Viví en Nueva Zelanda y aprendí a apreciar el trabajo doméstico. Al regresar a Colombia contrate una empleada y ella es mi mano derecha. Básicamente sin ella no podría hacer la mitad de lo que hago ni desarrollar mi carrera. También tengo una niñera a quien adoro. Como valoró su trabajo les pago un sueldo digno con todas sus prestaciones y respeto sus horarios. A mi empleada le pago el semestre de Universidad. Mis hijos las tratan como miembros de la familia y las quieren montones. Mi hijo menor es muy amigo del hijo de mi empleada, comparten mucho. Entonces pido no generalizar. Ante todo lo que hay que pensar es valorar a la persona y su trabajo y transmitir esto a nuestra familia!

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    1. «Slaves are content with slavery, for their masters ensure they’re fed, clothed and taught Christian values: comparatively, Southern slaves are better off than many of the immigrant workers in Northern factories who are confined in unhealthy work places for long hours.»

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  4. Hola, me identifico mucho con la situación porque regresé a Colombia hace pocos meses con una bebé de un año y nunca consideramos tener una empleada doméstica, en parte porque creemos en que la reducción de la desigualdad social en Colombia debe empezar por nosotros mismos y en parte porque veo críticamente mi propia experiencia de haber tenido empleada en la casa y es algo que no queremos. Sí consideramos la posibilidad de contratar una niñera profesional y muy bien remunerada porque cuando ambos padres trabajan es muy difícil la crianza sin ayuda, y sin una infraestructura de guarderías y horarios flexibles como en Europa.
    Por fortuna tenemos una abuelita pensionada que se llena de vida cuidando a la chiquita entre semana. Pero es difícil, en general se requiere un gran compromiso de ambos padres y aprender a que los ratos de juego incluyan cosas como barrer juntos y hacer la comida.
    Aún estamos en la lucha por lograr más autonomía y tener la casa en orden, pero creo que vale la pena.

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  5. Estuve pensando un largo rato en qué responder al post y después de darle muchas vueltas, hay dos cosas que quisiera decir.
    1. Primero, tienes toda la razón. Es un tema del que no se habla y que precisamente por eso, terminan pasando horrores como el de Nohemi (http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/08/130823_radio_ambulante_nohemi_finde) y como los de miles de otras mujeres sin nombre que han sido abusadas: desde mujeres que no haber recibido sueldos dignos ni las prestaciones de ley, hasta casos tan dramáticos como el de esa familia. No se trata de darse palmaditas en la espalda porque tratas a la empleada como «parte de tu familia», cuando lo que tienes que hacer en realidad es cumplir la ley a cabalidad (seguridad social, riesgos profesionales, prima, vacaciones, horarios, etc.) Lo de la familia, dado que es la persona con la que convives, se va a dar naturalmente. Creo que para muchas mujeres trabajar en el servicio doméstico en Colombia (obviamente, con toda las exigencias de la ley-cumplimiento de horarios, de pagos y de trato no discriminatorio, tal como lo contempla la ley) es una excelente alternativa. Los horarios pueden ser flexibles, pueden estudiar, y pueden ganar mucho más que el salario mínimo más todas las prestaciones que es mucho más de lo que ganan la mayoría de mujeres en el país. Esas opciones no existen en otros sectores de la economía para mujeres sin formación profesional.
    2. La otra cara de la moneda somos las mujeres que trabajamos que desafortunadamente no podemos llevar a nuestros hijos a clase de natación un miércoles a las 3 de la tarde pero que contamos con la ventaja de tener quién lo haga por nosotros. Creo que eso no nos hace menos mamás ni implica que estemos menos pendientes de nuestros hijos y cualquier acusación generalizada en ese sentido es injusta, machista y poco solidaria con otras mujeres. En algunos momentos de mi vida he podido ir al parque con mis hijas toda la tarde de un jueves y me lo he gozado, en otros a duras penas logro arreglarlas por la mañana y acostarlas por la noche y también me lo he gozado. Si en Colombia hubiera mejores alternativas de cuidado de los niños, probablemente estaría pagando una guardería y Miriam, que estudió hasta quinto de primaria y tiene más de 55 años, estaría desempleada.

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    1. Estoy de acuerdo contigo en que si se cumpliera la ley a cabalidad la mayoría de los abusos de los que hablo no existirían. Entonces habría que pensar en cómo evitar la violencia simbólica y las relaciones de poder malucas, y preguntarse cómo es posible educar a los hijos para que no reproduzcan relaciones machistas o clasistas a pesar de vivir con una empleada en la casa.
      También estoy de acuerdo en que exigirle a la mujer trabajadora dejar de serlo es discriminatorio y en que trabajar no las hace menos buenas madres.
      Pero creo que estamos lejos de haber logrado la liberación de la mujer de sus roles tradicionales, y que la realización laboral de unas mujeres no debería pasar por la explotación de otras. Me ratifico en que en parte por culpa del sistema de la empleada interna con horarios extendidos estamos en mora de explorar otras vías ( lucha por una mayor licencia de paternidad, horarios flexibles, guarderías…etc)para avanzar en la vía de la igualdad.

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      1. En eso estoy de acuerdo. La disponibilidad mujeres dispuestas a trabajar cuidando niños hace que las personas que tienen la capacidad de cambiar las cosas no lo hagan. Yo trabajo en la Universidad de los Andes, que es una de las pocas organizaciones en Colombia que tiene guardería para los hijos de empleados, profesores y estudiantes desde los 4 meses, salas de lactancia y todos los juguetes. Pero es una grandísima excepción en el país. Y tengo que confesar que teniendo la alternativa de tener a mi bebé ahí, decidí dejarla en la casa con una niñera porque decidí que al final estaba mejor en la casa. Mi hija grande sí fue a la guardería de la Universidad de Hull en Inglaterra mientras yo estudiaba y fue toda una experiencia que amerita un post aparte.
        Lo que vale la pena mencionar es que decidí irme a Hull porque fue la única universidad que me dio un puesto que incluía otro puesto en una guardería. En Londres habría sido imposible. De hecho, tuve que decirle que no a Stanford (que era mi lugar soñado) porque simplemente no había donde dejar los niños mientras trabajaba en mi disertación: las guarderías eran de 9 a 12, costaban más de 1500 dólares al mes (las baratas) y había listas de espera de años y años. Por otro lado, una colega alemana se vino a vivir a Colombia porque en Alemania no había cupos en las guarderías para cuidar a sus dos hijas. Incluso, su venida coincidió con un subsidio del gobierno alemán para las mamás que optaran por quedarse con sus hijos en la casa hasta la edad escolar en lugar de enviarlos a las guarderías públicas. Esto es solo para decir que es un tema que no se ha terminado de resolver en ninguna parte del mundo.
        Lo que sí es urgente de resolver en Colombia es el hecho de que tener una persona empleada signifique un vehículo para ejercer dominación. Eso es inadmisible y es urgente solucionarlo. Recientemente un grupo de empleadas domésticas de Medellín armaron un sindicato y lograron, por ejemplo, que al servicio doméstico se le reconociera primas y vinculación a Cajas de Compensación. Creo que el siguiente paso es el cumplimiento de horarios: 8 horas para mujeres que trabajan de por días y 10 para mujeres que viven en las casas donde trabajan. El maltrato se puede combatir haciendo denuncias reales, como la de Mónica frente al caso de Nohemí. Lo aterrador es que hay gente en este país (y en todo el mundo, como la señora que me llamó la atención en Londres porque a los 3 años A, en su precario inglés, le decía «tea» al «supper» o al «dinner» y que eso era de gente «pleb» del norte) se cree superior porque su familia tiene más plata como si fuera mérito de ellos. Afortunadamente Colombia está cambiando y esos personajes con sentido de «entitlement» (entre los que están varios familiares míos) se ven ridículos ante una clase media urbana que está creciendo y que está jalonando el desarrollo del país.
        La nota cómica es que le conté a mi mamá sobre la abuelita que se llenaba de vida cuidando a sus nietos y le pedí el favor de que se llenara de vida cuidando a A y J mientras yo me iba a una fiesta el sábado con mi marido. Me mandó al carajo.

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  6. Aqui en Colombia se mide la calidad de vida, en la posibilidad que se tiene de esclavizar a otros. Excelente has puesto en palabras lo que he pensado siempre, yo tengo 3 hijos y uno en camino, no tengo empleada y no la tendre, entre mi esposo y yo hacemos todo, duro pero se puede. Gracias

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  7. Es un tema bastante delicado, como decimos en Colombia hay bastante tela de donde cortar, soy madre soltera y me tocó criar a mis hijas casi sola, algunas veces con empleadas domésticas internas otras dejándolas con amigas o vecinas y en últimas con mi padre que era un anciano en esos momentos. Doy gracias a Dios de haberme podido realizar como profesional y ser madre que era uno de mis sueños, ya que perdí a la mía de solo 2 años.
    Hoy con 66 años y pensionada disfruto de la compañía de mis hijas, que no viven conmigo, son profesionales y sirviendo a la comunidad, una es Psicóloga y está haciendo un máster en discapacidad en España, becada y luego vendrá mas preparada para seguir atendiendo a sus pacientes, la otra es Fonoaudióloga y trabaja con niños y es excelente en su trabajo.
    Cuento esta experiencia personal porque se que cuando tenemos el compromiso de criar a nuestros hijos, aunque tengamos empleadas que los cuiden eso no nos exonera de nuestras obligaciones como madres, hay que estar con ellos a la hora de los alimentos, la enfermedad y en esos en que nuestros hijos necesitan una madre y no una empleada.
    Sea esta la oportunidad para agradecer a todos estos seres que nos ayudaron en los momentos que necesitamos por ellos puedo estar tranquila en la actualidad y orgullosa de los logros de mis hijas.
    Otra cosa es las leyes de nuestro país que no respaldan a las mujeres cuando los hombres no responden por sus hijos y a ellas les toca ir a cuidar los de otros en detrimento del bienestar de los propios.

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  8. He vivido en diferentes paises como EEUU y actualmente en Alemania donde no tengo Empleada. Tengo muchos sentimientos encontrados con este articulo. Si bien, muchos de los items que expone la autora son totalmente validos, y yo al igual que ella los comparto pues he visto mil atropellos a lo largo de toda vida conviviendo con empleadas del servicio desde que era pequeño y a la vez he escuchado miles de historias de esclavitud tal y como la pelicula «The Help». Esta me conmocionó demasiado y vi mucha de la realidad que hoy se vive en Colombia. Sin embargo, debo decir que gente como yo (De clase media) no tuvimos otra opcion que estar con empleadas, pues mi mama es madre soltera y trabaja jornadas largas de oficina. Ahora tengo un hermano bebe y mi mama pudo estar con el mientras hubo la posibilidad, ahora quien esta con el bebe mientras mi mama esta trabajando? Pues si, la empleada pues no tenemos nadie mas quien cuide del bebe y yo me encuentro fuera del pais. Que es barato? Absolutamente no! Con las nuevas restructuraciones laborales mi mama le da a ella todas las prestaciones legales como si fuera un empleado normal en una empresa. Angela (La empleada) es una persona querida y respetada en mi casa y le tenemos todo el carino y sentimos que ella lo tiene por nosotros.
    Yo habria deseado muchisimo igual que mi mama haber podido verme crecer, acompanarme en mis actividades del colegio, estar pendiente de mi y saber muchisimos de mis avances en el crecimiento y aptitudes que iba adquiriendo en el colegio o la escuela. Desafortunamente al igual que muchos ninos y jovenes creci con la compania de empleadas, un trabajo que estando aqui valoro muchisimo. A muchos simplemente nos toca vivirlo asi, pues no hay mas opciones y gracias a Dios en su momento tuvimos quien me acompanara y agradezco con mi corazon todo lo que hizo mi mama pues aunque no estuvo conmigo todo el tiempo siempre trabajo para darme lo mejor y brindarme un mejor futuro. Si alguno de los padres pueden quedarse en casa teniendo el placer de ver sus hijos, haganlo es lo mejor que hoy en dia les pueden ofrecer!. Mil gracias a la autora por este articulo!
    Saludos desde Munich!

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  9. Si es lamentable, que tengamos que depender de mujeres trabajadoras para que hagan lo que les corresponde a los padres. Lamentablemente en nuestro País Colombia, no hay muchas posibilidades para que los niños puedan estar en lugares donde sean cuidados por personas idóneas y que además los puedan recoger sus padres después de la hora del trabajo o del estudio de ellos. Pues muchos en Colombia, nos vemos en la necesidad de estudiar en la noche para también progresar. Yo en mi caso, con mi hermana, permanecimos solas, pues mi madre ni siquiera ganaba para pagar una señora que nos acompañara, vivíamos solas mi madre llega a las 7 p.m. de su trabajo, nos toco solas, creo que a pesar de eso de haber permanecido sola y tener que ocuparme del cuidado de mi hermana, quien además era un año menor que yo, creo que las instrucciones que mi madre nos daba se llevaban a cabo a diario, lo que deberíamos hacer, como comportarnos en la calle, que hacer en casa, en fin todo. Me siento orgullosa de quien soy y de mi hermana y por sobre todas las cosas, de mi madre. Estas son situaciones que serían mas fáciles, si hubiera padres responsables y leyes que obligaran a estos a cumplir con sus hijos. Por lo cual si hay mujeres que pueden pagar por la prestación de este servicio para poder salir adelante que lo hagan respectando lógicamente las leyes y el trato que todo ser humano merece. Pues no esta muy lejos que hay empresas en donde a uno lo tratan peor que a un esclavo, cuando le entregan equipos de tecnología, para mantener conectados las 24 horas. No necesariamente una señora que presta servicios en los hogares, son atropelladas, también lo somos quienes trabajamos en muchas empresas de Colombia, en donde porque somos empleados de confianza y manejo, llegamos a trabajar 10 y 12 horas sin una sola hora extra. Así es que creo que todo tiene que ver es mas bien con el atropello que a todo nivel se da hoy en día con los trabajadores, a quienes ni siquiera se les paga sus prestaciones sociales porque prestan sus servicios a una mal llamada Cooperativa. Eso si es atropello. Pues a una señora que presta sus servicios en los hogares. se les paga todo. Muchas mujeres que tienen trabajos como auxiliares de enfermería, secretarias, recepcionistas, etc. etc, etc., hoy en día no reciben sus prestaciones.

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  10. Hola, vivo fuera de Colombia y también valoro mucho el trabajo de las empleadas domésticas, pues aca me toca hacerlo a mí. Naturalmente. Estoy de acuerdo en parte con el artículo. Lo que más me molesta de esta situación es la actitud de los empleadores que creen que tienen esclavos 24 horas. Eso es lo que hay que cambiar. Porque pónganse a pensar: si se contrata a una persona para que trabaje en la casa, dignamente, como un trabajo real, con remuneración justa y todo el buen trato que cualquier trabajador merece, estamos generando empleo. La solución no es no contratar empleada porque desgraciadamente algunas de ellas al no estudiar no tienen muchas mas opciones y al no contratarlas no es que ellas se vayan para la casa a pasar un tiempo feliz con sus niños mientras todos mueren de hambre. A ella le toca salir a trabajar en lo que sea, y lo que sea puede ser en la calle como prostituta. En Bélgica por ejemplo, el gobierno fomenta la contratación de empleadas domésticas (generalmente immigrantes de europa del este) para hacerlo un trabajo legal y que estas personas puedan tener una covertura de salud y bienestar y evitar negocios al margen de la ley como trafico de drogas y prostitución. Cómo lo fomenta? De 9 o 10 euros que vale la hora de una empleada doméstica el gobierno te reembolsa 3, así todos ganan. Posiblemente estamos muy lejos de estos métodos en Colombia, pero podemos cambiar nuestra mentalidad para reducir la desigualdad, pagar lo justo y valorar el trabajo realizado.

    Si no tiene plata para tener una empleada doméstica como manda la ley, no la contrate. Desgraciadamente en Colombia siempre habrá personas que necesiten este tipo de trabajos. Los hay también en Europa, en donde la discriminación puede ser aun mayor (no ceran que acá es el paraíso, ese es otro tema complejo), pero existe la ley.

    Si regreso a Colombia, claro que voy a contratar a una empleada doméstica. Tal vez no para que cuide niños. Pero sí para el aseo. Y trataré de ayudarla a mejorar su vida así como ella mejorará la mía.

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  11. Hey!
    Es un artículo interesantísimo!! Me ha puesto a seguir pensando y creyendo que un hijo no está mejor con nadie más que con su madre, que soy muy afortunada de tener a mis hijos creciendo conmigo, que si, hay ratos que me vuelven loca, y otros ratos en que el estrés me quiere comer viva… pero eso de ser yo la primera testigo de sus logros… eso no lo cambio ni por la mejor guardería del mundo, ni la mejor empleada del planeta!
    Nosotros (en mi hogar) recién contratamos a una señora que nos ayuda con la limpieza una vez por semana, el resto de los días mi casa es un asco… pero aprendí a hacerme la ciega, esto, con tal de que mi genio no cambie y se mantenga la paciencia intacta para mis hijos. Nosotros (bueno, algunos de nosotros) venimos de una generación donde a nuestras madres lo único que les importaba era que estemos bien comidos, bien limpios y ya… emocionalmente hablando… no había mucho tiempo para eso, había que dedicarse a las tareas del hogar, el trabajo, etc… Eso es lo que yo me temo que suceda en mi hogar, por eso prefiero no estresarme con las tareas domésticas, tal como lo hacía al inicio de mi maternidad, era una madre desquiciada…. y mientras se pueda, seguir con la señora que me ayuda a hacerlas. Pero eso si, el estar a cargo de mis hijos, eso no lo delego a nadie, bueno, entre mi esposo y yo nos encargamos de ello, pero más yo, que paso en casa.
    Y no es que me paso de brazos cruzados en casa, ya lo sabrán quienes también pasan en casa. Aparte yo soy free lance, trabajo en diseño gráfico, el día se me pasa volando, a veces no me alcanzo!… la maternidad es dura, es durísima!! pero siempre hay momentos en el día que hacen que todo esfuerzo haya valido la pena.

    Acá en Ecuador, hasta donde tengo entendido, la mayoría de padres solo meten a sus hijos en las guarderías… independientemente de si deben o no trabajar, obviamente no todos, pero si la gran mayoría, delegando esos años tempranos importantísimos de crianza emocional a personas extrañas… No sé, pensé alguna vez que para meter a mi hijo en guardería (en caso de que yo trabajara fuera de casa) preferible que esté con alguna señora de confianza. Ah, pero eso si, la señora tendría que haber sido contratada únicamente para el cuidado de los guaguas. Ventajosamente no es mi caso…

    Siempre he sentido rarísimo, feo, horrible, eso de que la empleada deba comer aparte sola en la cocina, incluso con diferente vajilla, de que no use los baños de la casa… es decir, es una persona normal como yo, como cuál sería la razón para apartarla como si tuviera alguna enfermedad contagiosa? jamás lo entenderé!!! Fui criada con el pensamiento de que ellas no deben ser igualadas… que soy más que ellas. Pero ya con la madurez y las personas que han pasado por mi vida, me parece la idiotez más grande.

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  12. Bueno vivo en Colombia y pues si es muy buen post por que pienso igual ! Aunque yo tengo mi empleada del servicio y una ninera pero imaginen tengo 3 hijos y también debo trabajar pues debemos mantener a 3 hijos de una manera adecuada y sin mi empleada yo no sería nada absolutamente nada ella es mi todo mi mano derecha la persona mas maravillosa q eh podido encontrar gracias a dios X ponerla en mi camino valoro tanto su trabajo y le pago un bn sueldo y pues nunk la discrimino mis hijos jamás tienen claro q pertenece a la familia y que nunk deben maltratar la de ninguna manera no obstante me encuentro con personas q me critican hasta mi familia X q según ellos soy muy flexible pienso q ellos piensan q las domésticas o nanas son esclavas y pues la recriminaciones siempre llegan pero yo digo y como boy a tratar mal o maltratar a la persona q cuida de los seres q más amo en mi vida ! Ahora me llueven las críticas por q pienso ponerla a estudiar X q a diferencia de much@s yo quiero q ella se supere y sea alguien triunfadora para q cuando tenga sus hijos no la vean como una persona q sólo le sirve a gente de mejor estarato social …. ella si usa uniforme pues si es un requisito para mi… espero q no se sienta mal X eso pero si lo hago X presentación personal pero cuando víajamos no dejo q lo use ! Como siempre junto a nosotros y utiliza nuestros vasos y platos no la apartamos de nada y respetamos sus horarios y sale cada 8 días a menos de q se me presente algo urgente y le pido q me ayude lo mejor es q siempre contrato a alguien q le ayude a ella pero se q sin ella como ayuda no podría hacer mucho X el futuro de mis hijos !

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  13. Excelente artículo, pertinente, clarísimo y con una crítica a la realidad muy bien fundamentada. Creo que es muy difícil que alguien pueda expresarlo de mejor manera, felicitaciones.

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    1. Por alguna razón (feliz, creo) seguí recibiendo notificaciones de comentarios publicados en este post y recibí la última justo en el momento en el que estaba pensando que debía buscarlo porque quería compartirlo otra vez. Hace poco hubo una discusión en uno de esos grupos de Facebook de mamás y mujeres en las que compartes cosas con tus 6000 más íntimas sobre el tema. Una señora publicó la foto de la empleada de servicio de su casa diciendo que era una «hp ladrona» porque había encontrado su blusa nueva con huecos en el clóset de la señora y que se la estaba robando. Yo como buena profesora propensa a la indignación, le escribí diciendo que eso estaba mal desde todo punto de vista y que si tenía un problema legal, debía acudir a la justicia, no a la justicierismo medieval de las redes sociales y que eso estaba particularmente mal en una persona en una posición de privilegio, teniendo en cuenta que estaba haciendo acusaciones en un espacio en el que la acusada no podía defenderse (versión resumida). Acto seguido contestó que ella creía que el país estaba así porque los violadores y los ladrones salían de la cárcel sin que uno supiera quiénes eran y escribió que quería que alguien se inventara un Uber de empleadas de servicio. A mí casi me da un patatus y me salí del grupo con un regaño sereno y sin insultos, pero contundente, aún más digno de mi lado de profesora.
      ¿Qué se podrá hacer realmente fuera de poner el tema sobre la mesa?

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